viernes, 11 de septiembre de 2009

Namaskar

Cualquier iniciado en la programación habrá oído hablar del famoso "hola mundo", que no es ni más ni menos que el primer programa que se pone de ejemplo en clase.

Pues bien, resulta que tengo una asignatura de programación para teléfonos móviles (Telecommunications Software), y cómo no, nuestro primer programa de ejemplo era... exacto, mi querido "hola, mundo".

El caso es que en uno de los apartados, había que modificar el texto, para que en lugar de "hello world" (porque, of course, aquí todo está en inglés), pusiera otra cosa. Así que lógicamente cambié el texto por "hola, mundo", y le pedí a mi compañero que lo escribiera en su idioma. "Namaskar", escribió, junto a mi "hola, mundo". El chico de es Nepal.



Y la verdad es que me pareció verdaderamente sorprendente: Dos personas, de dos lugares tan distintos como Nepal y España, en un país no menos distinto, como es Finlandia. Junto con otros centenares de personas de diversas nacionalidades, todos ahí juntos.

Es algo que me parece genial. El compartir toda esta experiencia con gente tan distinta a ti, que tanto te puede aportar, de la que tanto aprendes, es algo sencillamente extraordinario.

Es una lástima que cuando se mencione "Erasmus", lo que primero se asocie sean juergas y borracheras tremendas. Que haberlas, háylas (ya os digo yo que sí), pero no es de eso de lo que se trata. Estar de Erasmus es muchas cosas, y entre ellas, el abrirte a nuevas personas que tanto te pueden aportar.

Aunque se echa de menos a la gente que está en casa :)

Moi moi!!

martes, 1 de septiembre de 2009

Curiosidades finlandesas


Tras algo más de diez días aquí... bien, puede decirse que me voy acostumbrando poco a poco a la vida finlandesa. Aún me queda mucho que aprender, pero ya empiezo a desenvolverme con cierta soltura por aquí.
A lo largo de estos días he ido descubriendo ciertas curiosidades que me gustaría compartir con vosotros, sin ningún orden en particular.


Por ejemplo: El transporte. Ya mencioné algo acerca del uso que se hace de la bicicleta por estos sitios. No es nada inusual ver por la calle a niños de no más de 8 años con su casco, pedaleando tranquilamente (en general hay una gran sensación de seguridad y los niños en muchas ocasiones se mueven solos por el barrio), o personas mayores. En mi caso, como ya os comenté, ya tengo mi flamante bici alquilada, y considerando lo lejos que están los supermercados (al menos el más barato), he decidido "tunearla" con una cesta por motivos prácticos.



¡Comprada mejora de nivel 1!

Pero no todo son bicis por aquí. Parece que a los finlandeses les gustan los coches de época. No es raro pasear por la calle y ver modelos de Porsche, Ford Mustang... de los años 80 o similares. Preciosos.


ESTO es un Mustang. Y lo demás, tonterías.

El tema del dinero. Finlandia es carísima. Hacer la compra sale por un pico. Pero también es verdad que los sueldos son muchísimo más altos. No voy a dar ejemplos, pero, creedme, lo son. Afortunadamente, en el restaurante de la universidad, el menú del día sale por 2,30€.



Ah, sí, hacer la compra. Ir a comprar en un supermercado extranjero resulta una experiencia verdaderamente sorprendente. Aquí está todo en, por supuesto, finlandés y sueco, así que muchas veces tienes que dejarte llevar por la intuición y confiar en que lo que has comprado es verdaderamente lo que crees que has comprado. Si no, puedes llevarte ciertas sorpresas.



Carro de mi compra finlandesa. Y sin diccionario.

Más cosas sobre los supermercados. ¿Sabéis lo que hay en la entrada? ¡Máquinas tragaperras! Lo que os digo. Como si no fuera suficiente que te sangren con la compra, ¡hale! A gastar dinero.



También a la entrada de los super, hay unas máquinas en las que metes tus latas y botellas usadas, y te dan una pequeña cantidad de dinero por ellas. Me parece un sistema magnífico para potenciar el reciclado.



¿15 céntimos por lata? ¡Somos ricos! Bueno, por algo se empieza.

Y, finalmente y que yo sepa, aquí todo el mundo habla inglés. Bien es cierto que con la cantidad de estudiantes internacionales que estamos, no les queda otro remedio; pero es que hasta las cajeras del super hablan perfectamente. Es algo que no deja de sorprenderme.



Bien, bien... de momento, no veo que se me ocurra nada más, pero... tiempo al tiempo. Este es ciertamente un país curioso, similar a España en algunos aspectos pero considerablemente distinto en la mayoría. Seguid a la espera de más información, y, como siempre, sed felices.
Hei hei!