miércoles, 26 de diciembre de 2007

Feliz....

Debería haber escrito esto un par de días antes, pero estos días he estado aislado del ciberespacio. Ahí voy:

Felices Fiestas.

Feliz Banquete con la familia.

Felices Villancicos.

Feliz Papá Noel, Olentzero, Reyes magos... felices regalos en general.

Feliz Arbol y lucecitas en las calles.

Feliz Consumismo exacerbado.

Feliz Bájate el politono del villancico de los *****.

Feliz Sé bueno durante estos días, pero sólo durante estos días.

Feliz Champán.

Felices Ofertas del Corte Inglés.

Y podría seguir. Pero creo que ya cogéis por dónde va la idea.

En Navidad lo que se supone que se celebra es que, hace ya un tiempo, muy lejos de aquí, nació un niño. Quizá no fue en un 25 de diciembre, quizá no fue entre un buey y una mula, quizá muchos no crean que lo que se dice de él sea verdad.

No me importa. Cada uno es muy libre de tener su opinión, y todos son bienvenidos.

Pero el caso es que el citado niño, cuando se hizo mayor, hizo y dijo cosas que escandalizaron bastante a la gente, hasta que los poderosos de turno decidieron tirar por la vía rápida y cargárselo. Supongo que os sonará de quién estoy hablando.

A mí también me mola hincharme a turrón, para qué lo vamos a negar. Pero la Navidad es más que eso.

Sólo quería recordarlo, por si acaso. Feliz Navidad :)

martes, 4 de diciembre de 2007

En fin... (segunda parte)

Quizá alguno de vosotros sepa ya mis nuevas andanzas en mi relación amor-odio con Siemens y mi supuesto contrato de prácticas, del que ya hablé no hace mucho. Parece que las cosas se van arreglando; hace poco me llamaron de de Recursos Humanos dándome el próximo lunes 10 como fecha de comienzo.

¿Podría ser? ¿Recuperaría la fe perdida en la humanidad?

Esta mañana he vuelto a recibir una llamada de la gente de RRHH. Que al parecer, tenía que firmar un papel en la uni. Con la igles... digo, con la universidad hemos topado. Llamo a la uni, al número que me han dado. "Tienes que venir a firmar para que te metamos en la lista de prácticas". Yupi. Ya decía yo.

(En septiembre, ante la pregunta "si consigo yo por mi cuenta un contrato de prácticas, ¿tengo que hacer algo con vosotros?", la respuesta de la oficina de información al estudiante fue "no, nada de nada". Aclaro.)

Así que nada. Cojo el mp3 para enchufarlo al radiocasette del coche, y las llaves. 80 kilómetros ida. Al menos hay autovía.

Ahí estoy. "Fundación Universidad". Primera puerta a la izquierda. Entro, saludo, expongo mi problema. La chica, con cara de no tener muy claras las cosas, me enseña un papel, mientras me dice que para que me permitan firmar el contrato, me tengo que apuntar a alguno de los cursos que en él figuran. Dice que como yo soy ingeniero, me convendría este. Leo.

"Tratamiento de contaminación de aguas. 40 horas. 400 €".

¿Contaminación de aguas?

¿40 horas?

¿CUATROCIENTOS EUROS?

Vale, vosotros ganáis. Lo reconozco, tía, eres una cachonda mental. Dame el ramo de flores y dime dónde está la cámara oculta para que salude. ¡¿Pero se puede saber por qué leches tengo yo que hacer ese curso, si me voy a dedicar a operar bases de datos?! ¡¿De qué diablos me estáis hablando?! Empiezo a notar la presión de la sangre en mis venas.

La chica empieza a explicarme los formularios que hay que rellenar, sitios a los que hay que ir, etc. Concluye la exposición con un "no sé si me estoy explicando bien". Es lo único que entiendo de toda su retahíla. Y mira, mona, no te explicas para nada.

Afortunadamente, tengo que ir a otro sitio. La oficina de relaciones laborales. Tuerzo el pasillo a mano derecha, pensando que si hubiese permanecido cinco segundos más, habría estrangulado a la susodicha.

Oficina de relaciones laborales. Un señor muy educado me atiende muy correctamente mientras explico mi caso. Da unas indicaciones a una compañera. La he visto alguna vez en el edificio de administración, es una señora que me resultó agradable. Menos mal. Empieza a explicarme claramente en qué consiste todo. Le comento lo de su compañera y el curso de aguas contaminadas. Respuesta:

"No, no, de eso nada, será que mi compañera pensaba que ya habías acabado la carrera, se habrá confundido".

¡Pero si todo el mundo sabe que estoy haciendo el maldito Proyecto! ¡Lo he dicho! ¡Lo saben los de siemens, lo saben en el rectorado, lo saben los vecinos del quinto!

Osea, ¿que me han hecho venir para nada...? I'm lovin' it!

No. Tengo que rellenar mi currículum para que lo tengan los de la oficina de relaciones laborales. ¡Bien! Mi viaje no ha sido en vano. Relleno el currículum... y me doy cuenta de que no es ni más ni menos que un formulario online, que podría estar haciendo desde mi casa tranquilamente mientras escucho ACDC en pijama, y con las piernas sobre la mesa. Desesperación. La gasolina, la contaminación, el cansancio, el riesgo de accidentes de tráfico... todo para nada.

¡Pues no! Error mío. El universo no podría haber seguido su curso si yo no estuviera ahí... ¡había algo que requería mi inexcusable presencia física! ¡Te llamamos para que vengas desde Logroño para... tachán... traernos el DNI! ¿A que somos super enrrollados? 160 km, para presentar el puñetero carnet. Yuju.

Bueno, eso, y que me he podido pasar por mi colegio mayor para visitar a mi buen amigo Henry (que espero esté leyéndome), porque los demás no estaban.

Lo gracioso del asunto será que cuando vuelva el próximo día para la charla a la que tengo que asistir, me enteraré de que la dan por videoconferencia. Bueno, al menos he tenido buen tiempo y poco tráfico, y tampoco es que me disguste demasiado conducir.

Pero os digo algo, os lo juro por la unidad aritmético lógica del microprocesador de mi ordenador, que compré tras ganar dinero empaquetando 12000 bolsas de sangría: Acabaré trabajando en ese puesto con Siemens. Esto ya es algo personal.

¡La de cosas que estoy aprendiendo!


"Al igual que el universo es infinito tambien lo es la estupidez humana" - Albert Einstein.