Como ya sabemos, a principio de año es costumbre elaborar una serie de buenas intenciones, aprovechando la novedad de los doce meses que tenemos por delante. Y es igual costumbre abandonar estos buenos propósitos al cabo de un escaso número de semanas. Lo típico.
Sin embargo, puedo decir que el año pasado no fue así en mi caso. Me prometí empezar a ir al gimnasio, y aprender a bailar, y, hey, lo conseguí. Bien, cierto es que desde septiembre las cosas han cambiado, pero creo que puede entenderse bien por qué. Y además, con suerte, ahora en febrero vuelvo al tema del baile. Pero a lo que voy es que, animado por el éxito del año pasado, he decidido repetir.
Así que me he hecho un nuevo propósito de año nuevo: Componer canciones. Tengo un montón de ideas pululando por ahí, garabatos en papel, frases sueltas, acordes, melodías, cogiendo polvo mientras esperan una oportunidad de salir a la luz. Y no sé si es por vagancia, o porque nunca me parecen lo suficientemente buenas, pero apenas he llevado nada a un estado de poder cantarse. Así que he decidido que quiero cambiar eso.
No obstante, más vale tener algo de paciencia, de momento. Acometer algo así requiere, ante todo, inspiración. Y la inspiración suele ser muy caprichosa... a veces está días y días sin aparecer, y cuando lo hace, muy posiblemente es de forma fugaz o en algún lugar o momento inadecuado. Es cuestión de estar en el tiempo y espacio correcto, supongo.
Bueno, y sobre todo, que con los exámenes encima, mucho me temo que hay otras cosas en las que pensar, cosas en general no tan agradables como una sucesión de notas pero igual o más necesarias. Así que dejadme algo de tiempo... unas tres semanas, para ser algo más concretos.
Hasta entonces, ¡mucha suerte a todos los que también estéis como yo!
Bueno, y a quienes trabajéis también... tampoco vamos a hacer excepciones :)
Sin embargo, puedo decir que el año pasado no fue así en mi caso. Me prometí empezar a ir al gimnasio, y aprender a bailar, y, hey, lo conseguí. Bien, cierto es que desde septiembre las cosas han cambiado, pero creo que puede entenderse bien por qué. Y además, con suerte, ahora en febrero vuelvo al tema del baile. Pero a lo que voy es que, animado por el éxito del año pasado, he decidido repetir.
Así que me he hecho un nuevo propósito de año nuevo: Componer canciones. Tengo un montón de ideas pululando por ahí, garabatos en papel, frases sueltas, acordes, melodías, cogiendo polvo mientras esperan una oportunidad de salir a la luz. Y no sé si es por vagancia, o porque nunca me parecen lo suficientemente buenas, pero apenas he llevado nada a un estado de poder cantarse. Así que he decidido que quiero cambiar eso.
No obstante, más vale tener algo de paciencia, de momento. Acometer algo así requiere, ante todo, inspiración. Y la inspiración suele ser muy caprichosa... a veces está días y días sin aparecer, y cuando lo hace, muy posiblemente es de forma fugaz o en algún lugar o momento inadecuado. Es cuestión de estar en el tiempo y espacio correcto, supongo.
Bueno, y sobre todo, que con los exámenes encima, mucho me temo que hay otras cosas en las que pensar, cosas en general no tan agradables como una sucesión de notas pero igual o más necesarias. Así que dejadme algo de tiempo... unas tres semanas, para ser algo más concretos.
Hasta entonces, ¡mucha suerte a todos los que también estéis como yo!
Bueno, y a quienes trabajéis también... tampoco vamos a hacer excepciones :)