sábado, 22 de agosto de 2009

Finalmente, aquí

¡Saludos desde Vaasa, capital de la región de Ostrobothnia, aquí en Finlandia! Sí, ya estoy aquí.

Aunque todavía no termino de estar. No han pasado dos días desde que llegué aquí, y adaptarse a un sitio tan extraño lleva su tiempo, sin duda. Así que, qué os puedo contar de aquí. Vaasa es una ciudad verde, tranquila, pequeña. El barrio en el que vivo, Palosaarentie, es una zona llena de apartamentos, particularmente de estudiantes. Apenas hay un par de supermercados, y más allá, está la universidad, de la que haré fotos en unos días.



Mi residencia se llama Linna, y la verdad es que es bastante tranquila y silenciosa. No me puedo quejar de ello. Ahora, eso sí: Como toda vivienda finlandesa que se precie, no tiene cortinas. Así que, siguiendo el ejemplo de los demás estudiantes, he adaptado algunas sábanas como improvisadas cortinas. No me hace gracia que desde la calle me vean durmiendo, la verdad.

Solución de alta tecnología para proteger la privacidad.

Linna por fuera...

...y Linna por dentro.


Aquí todo es más verde. Es como si la ciudad estuviera en medio del bosque. Tenemos un lago precioso aquí al lado, con un camino que lo rodea. Es verdaderamente relajante.



Y al cabo de unos minutos andando, se llega al centro de la ciudad, el auténtico corazón de Vaasa. Tiendas, restaurantes, plazas... lo que cualquiera espera en una ciudad normal.



Algo que verdaderamente sorprende es el uso tan grande que se hace de la bici: La gente va en ella a todos los sitios, y existen carriles bici y aparcamientos por toda la ciudad. Es el medio de transporte por excelencia aquí, y la verdad es que se agradece, puesto que si no, las distancias se hacen muy grandes entre un sitio u otro.




Lo malo será llevarla cuando haga mal tiempo. De momento estamos teniendo buena suerte y el tiempo está acompañando. Espero que dure, aunque lo dudo. Y el ambiente Erasmus es realmente agradable. La gente es amigable y los tutores de la universidad están haciendo una labor muy buena orientándonos. No nos podemos quejar de ellos.

Así que aquí tenéis una breve panorámica de lo que es esto. Apenas un par de breves pinceladas que el poco tiempo que llevo aquí me ha dejado trazar. En cuanto a mí... es pronto para decir nada. Todo es desconocido, nuevo, distinto... de momento, aunque creo que me adaptaré en breve. Así que supongo que escribiré sobre mí mismo en unos días. Aunque para tranquilidad de todos, diré que estoy bien.

Sed felices. Mina rakastan tenuan. Creo que se dice así.



domingo, 16 de agosto de 2009

Despedida... bienvenida

Casi sin darme cuenta, la fecha de la partida está ya aquí. Y de nuevo, como en otras ocasiones, toca girar la cabeza hacia la nueva senda que ante mí se abre, mirar por última vez hacia atrás, y comenzar a andar.

No puedo evitar tímidas lagrimillas en los ojos al pensar, otra vez, en lo que debo dejar atrás. Sonrisas, buenos momentos, personas. En pensar que, otra vez, volveré a echarlo todo tanto de menos.

Pero soy consciente de ello. La vida te exige y te otorga en tu medida. Según el camino que te haya tocado coger, tendrás que sacrificar unas u otras cosas para alcanzar las metas que te esperan.

Y no se puede sino entristecerse ante la inminente pérdida, aunque sólo vaya a ser temporal, de lo que hasta ahora se ha conseguido. Terminar esta etapa para partir a una nueva. Pasar página, y comenzar, de nuevo, a escribir.

El recuerdo de los buenos -y no tan buenos, quizá- momentos siempre perdura, y es capaz de arrancar una sonrisa incluso en los momentos más oscuros. Es por ello que los conservo como un tesoro, como feliz retrato de lo que fue, y esperanzadora promesa de lo que puede ser.

Ahora toca partir y decir no adiós, sino hasta pronto. Separarse es triste, pero saber que he compartido todo lo que he compartido es la mayor alegría que puedo tener: Que nos quiten lo bailado.

Es mi camino, simplemente. Aún tengo que encontrar mucho. Seguid vosotros el vuestro sin miedo; la vida es más sabia de lo que parece. Después de todo, aún nos queda mucho por hacer y por aprender, juntos.

Y más que nunca, sed felices. Os quiero.