Sí, mis queridos lectores -de haberlos. Llega esa época que todo teleco, y por extensión, todo ingeniero, y todo universitario, odia y teme (aunque nosotros más, muajajajaja), y que se diferencia del resto del año porque estudiamos... más todavía. Algo más de un mes de aislamiento y humo saliendo de la cabeza, de problemas y teoría, de nervios y, en general, de una plétora de emociones que van desde la esperanza hasta la consideración de diversas opciones para tirarse por la ventana.
Lo bueno es que después viene el verano, donde espero poder pasar con todos vosotros el tiempo que ahora os estoy negando. Bueno, y si me lo permitís, conmigo mismo. Lo que viene a ser, como creo que ya he comentado alguna vez anteriormente, "tener una vida".
De todas formas, me quejo pero poco. Ya sabía que esto iba a ser así. Bueno, no, no tan a lo bestia, pero digamos que sí me hacía una ligera idea.
En fin. Sed felices. Y ánimo, a quienes estéis como yo. Resurgiremos de nuestras cenizas cual fénix. O algo así.
Lo bueno es que después viene el verano, donde espero poder pasar con todos vosotros el tiempo que ahora os estoy negando. Bueno, y si me lo permitís, conmigo mismo. Lo que viene a ser, como creo que ya he comentado alguna vez anteriormente, "tener una vida".
De todas formas, me quejo pero poco. Ya sabía que esto iba a ser así. Bueno, no, no tan a lo bestia, pero digamos que sí me hacía una ligera idea.
En fin. Sed felices. Y ánimo, a quienes estéis como yo. Resurgiremos de nuestras cenizas cual fénix. O algo así.
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