El "palabro" de ahí arriba es griego, y significa "catársis". Por si alguien no lo sabe, según la wikipedia, se trata de una "experiencia interior purificadora, de gran significado interior, provocada por un estímulo externo."
Pues eso, a mí ahora me toca una de esas. Han sido semanas de gran tensión, con infinidad de cosas rondándome la cabeza, y me he dado cuenta de que me toca detenerme, y expulsar a todas las voces que me hablan en mi cabeza a la vez. Necesito parar. Necesito pensar, escucharme. Reconciliarme con el mundo y reencontrarme conmigo mismo.
Es una muy buena práctica, os lo aseguro. ¿Hace cuánto no os parais para ver qué es lo que os piden la cabeza y el corazón...?
Así que mañana me marcho, a tener unos días de desconexión para darle vueltas a la cabeza y valorar cosas. Por no decir para pasear junto al mar y ponerme tibio de horchata, con vuestro permiso.
Si alguien me busca, estaré en Alicante. Si podeis, buscad un rato para hablar con vosotros mismos. Es algo muy positivo, por lo general.
Sed felices.
lunes, 25 de junio de 2007
domingo, 17 de junio de 2007
Adiós
Bueno, pues ya está. Aprobado el todopoderoso magnetismo, se terminó. Se terminó la universidad en Pamplona, exceptuando el proyecto, se terminó el colegio mayor, y se terminó Pamplona.
Me resulta dificil de creer, de aceptar.
Aún recuerdo cuando iba al colegio, y pasaba al lado del que ha sido mi colegio mayor. Miraba a la gente que veía en la cafetería con una mezcla de admiración, envidia, intriga... los universitarios. Ese mundo desconocido y extraño.
Y cuatro años de universidad después, dos de ellos en dicho colegio mayor, ya he terminado. Todavía no me puedo creer que ya nada vaya a volver a ser como antes. Es como si mañana me fuese a levantar en mi angosta habitación, la 107, fuese a desayunar la bollería de siempre, y a estudiar en mi asiento de la sala de estudio. Pero no es así.
Llegué a Pamplona siendo un crío. Y me voy siéndolo todavía... aunque un poco menos. Han sido tres años que me han enseñado muchas cosas, muchas de las cuales no tienen nada que ver con la ingeniería. Afortunadamente. Tres años fugaces pero muy intensos.
Ha sido genial volver a esa ciudad. He tenido la inmensa fortuna de reencontrarme con viejas amistades, así como de hacer otras nuevas. Ha habido momentos francamente malos, momentos buenos, sangre, sudor y lágrimas, a veces de tristeza, otras de alegría.
Pero no me arrepiento de nada de lo que en este tiempo he vivido.
Las últimas horas han sido muy tristes. Mientras recogía y empaquetaba todo (escuchando la banda sonora de "El Rey Arturo", muy apropiada para mi estado de ánimo), me ha invadido una extraña sensación, a medida que mi habitación dejaba de serlo. Es inevitable querer que las cosas sigan como están, si estás contento con ellas, y no tener que dejar de ver a la gente a la que tanto aprecias.
Y más inevitable es que en la vida hay que seguir hacia adelante. Ahora me toca dar, por fin, el paso que en su momento no me atreví a dar. Y, sí, me asusta. No es facil dejar la seguridad que ahí tenía, no es facil afrontar lo nuevo, lo desconocido. Pero es el momento de hacerlo. Ahora o nunca.
Voy a echar mucho, muchísimo de menos a toda la gente que ha estado ahí. Gente con la que tanto he compartido: Charlas, risas, inquietudes, cervezas, camaradería, partidas, amistad. Y tantas otras muchas cosas. Afortunadamente sé que ésta es la verdadera amistad, que, por mucho que la distancia complique las cosas, pervive siempre.
Gracias a todos. Vosotros sabeis quiénes sois.
"Cuando llega una orden de cambio, el guerrero se despide de todos los amigos que formó durante el transcurso de su camino. A algunos les enseñó cómo escuchar las campanas de un templo sumergido, a otros les contó historias alrededor de la hoguera.
Su corazón se entristece, pero él sabe que su espada está consagrada y debe obedecer las órdenes de aquel a quien ofreció su lucha.
Entonces el guerrero de la luz agradece a los compañeros de jornada, respira hondo y sigue adelante, cargado con recuerdos de una jornada inolvidable."
- Paulo Coelho, Manual del guerrero de la luz.
Namarië, chicos. Hasta siempre, y gracias por todo.
Me resulta dificil de creer, de aceptar.
Aún recuerdo cuando iba al colegio, y pasaba al lado del que ha sido mi colegio mayor. Miraba a la gente que veía en la cafetería con una mezcla de admiración, envidia, intriga... los universitarios. Ese mundo desconocido y extraño.
Y cuatro años de universidad después, dos de ellos en dicho colegio mayor, ya he terminado. Todavía no me puedo creer que ya nada vaya a volver a ser como antes. Es como si mañana me fuese a levantar en mi angosta habitación, la 107, fuese a desayunar la bollería de siempre, y a estudiar en mi asiento de la sala de estudio. Pero no es así.
Llegué a Pamplona siendo un crío. Y me voy siéndolo todavía... aunque un poco menos. Han sido tres años que me han enseñado muchas cosas, muchas de las cuales no tienen nada que ver con la ingeniería. Afortunadamente. Tres años fugaces pero muy intensos.
Ha sido genial volver a esa ciudad. He tenido la inmensa fortuna de reencontrarme con viejas amistades, así como de hacer otras nuevas. Ha habido momentos francamente malos, momentos buenos, sangre, sudor y lágrimas, a veces de tristeza, otras de alegría.
Pero no me arrepiento de nada de lo que en este tiempo he vivido.
Las últimas horas han sido muy tristes. Mientras recogía y empaquetaba todo (escuchando la banda sonora de "El Rey Arturo", muy apropiada para mi estado de ánimo), me ha invadido una extraña sensación, a medida que mi habitación dejaba de serlo. Es inevitable querer que las cosas sigan como están, si estás contento con ellas, y no tener que dejar de ver a la gente a la que tanto aprecias.
Y más inevitable es que en la vida hay que seguir hacia adelante. Ahora me toca dar, por fin, el paso que en su momento no me atreví a dar. Y, sí, me asusta. No es facil dejar la seguridad que ahí tenía, no es facil afrontar lo nuevo, lo desconocido. Pero es el momento de hacerlo. Ahora o nunca.
Voy a echar mucho, muchísimo de menos a toda la gente que ha estado ahí. Gente con la que tanto he compartido: Charlas, risas, inquietudes, cervezas, camaradería, partidas, amistad. Y tantas otras muchas cosas. Afortunadamente sé que ésta es la verdadera amistad, que, por mucho que la distancia complique las cosas, pervive siempre.
Gracias a todos. Vosotros sabeis quiénes sois.
"Cuando llega una orden de cambio, el guerrero se despide de todos los amigos que formó durante el transcurso de su camino. A algunos les enseñó cómo escuchar las campanas de un templo sumergido, a otros les contó historias alrededor de la hoguera.
Su corazón se entristece, pero él sabe que su espada está consagrada y debe obedecer las órdenes de aquel a quien ofreció su lucha.
Entonces el guerrero de la luz agradece a los compañeros de jornada, respira hondo y sigue adelante, cargado con recuerdos de una jornada inolvidable."
- Paulo Coelho, Manual del guerrero de la luz.
Namarië, chicos. Hasta siempre, y gracias por todo.
martes, 12 de junio de 2007
Después de la tormenta...
La semana pasada hubo varios días de tormenta aquí en Pamplona. Siempre de la misma forma: La mañana bochornosa, por la tarde se empezaba a nublar, en unas horas todo se oscurecía, y empezaba a llover. Truenos inineterrumpidos, relámpagos... y yo mirando como un tonto por la ventana en lugar de estudiar xD
El caso es que el otro día, tras una de estas, de repente todo se empezó a iluminar creando una escena increíble... así que agarré rapidamente mi cámara de fotos, la saqué por la ventana y comencé a sacar algunas. Por desgracia, no tenía muchas pilas así que no se pudieron salvar más que dos, y perdí unas de un arco iris doble muy chulo, pero, bueno, aquí están las dos que se salvaron...
¡Saludos!
El caso es que el otro día, tras una de estas, de repente todo se empezó a iluminar creando una escena increíble... así que agarré rapidamente mi cámara de fotos, la saqué por la ventana y comencé a sacar algunas. Por desgracia, no tenía muchas pilas así que no se pudieron salvar más que dos, y perdí unas de un arco iris doble muy chulo, pero, bueno, aquí están las dos que se salvaron...
¡Saludos!
jueves, 7 de junio de 2007
Soy friki, ¿y qué?
Tras unos intensos días de estudio, por fin lo malo ha pasado (esperemos...), y la vida vuelve a la norm... bueno, la vida vuelve, sencillamente.
Reanudo mis actividades blogeras con un texto que escribí en el grupo de correo del vivo de Hogwarts: Los años oscuros. No está muy bien redactado para mi gusto, porque cuando lo escribí estaba bastante crispado, pero creo que encierra un sentimiento que a la mayoría no os será ajeno. Espero que os guste.
¡Hola a todos!
Quería comentaros un pequeño incidente que me ha sucedido a raíz de
los vídeos que se colgaron en youtube.
Vereis, yo vivo junto con un chico de Raven (Henry Waters) en un
colegio mayor. Estamos 207 personas, y como ya se sabe que hay gente
muy malintencionada por ahí, al regresar de Hogwarts procuramos no
mencionar mucho el hecho de que habíamos participado en el rev.
Pero, por desgracia, alguien, no se sabe muy bien cómo, encontró los
vídeos y la noticia ha corrido por todo el colegio mayor como la
pólvora. Todo el mundo ha visto ya los videos, y las reacciones no se
han hecho esperar: No es que nos miren mal ni nos digan nada, pero a
poco que uno esté al corriente, ya sabe que todo el mundo (excepto
unos pocos y leales amigos) está murmurando a su espalda. "Mira las
cosas que hace tu amigo", le han llegado a decir a un compañero mío.
Supongo que para la mayoría de los que participamos esto no es nada
nuevo (no hay más que recordar cómo la gente del pueblo nos miraba y
nos sacaba fotos), pero, ¿por qué tenemos que ser siempre los raros?
¿Por qué se nos llama "frikis" despectivamente, o se insinúa que
tenemos problemas mentales? ¿Tanto ofendemos a la gente intentando
divertirnos mediante la interpretación y la ambientación?
Un tipo puede ir a un estadio de futbol con la cara pintada, con la
misma camiseta que las otras 2.000 personas de su equipo, se caga en
los muertos del árbitro y de toda la plantilla del equipo contrario,
grita como un poseso porque una persona meta o no una pelota en una
portería, y no pasa nada. Miles y miles de chavales de 15 años o menos
se pueden ir de botellón, o pueden tener conversaciones tan
trascendentales como operación triunfo o gran hermano, y es lo normal.
Lo que todo el mundo hace. Osea, lo correcto.
Si la gente es libre de hacer lo que quiera, ¿por qué no podemos serlo
nosotros y exigir el legítimo RESPETO que merecemos? No, la gente no
ve todo el trabajo que un rol en vivo implica: Preparación, tramas,
PNJs, atrezzo, interpretación... sólo ve un puñado de desequilibrados
haciendo algún tipo de ritual satánico. Y da igual que se lo
expliques, la gente ve lo que quiere ver, te etiquetan, y pasas a ser
un bicho raro.
Bueno, amigos. No pretendo deprimiros en absoluto con este mensaje,
simplemente necesitaba desahogarme. Permitidme ofreceros un consejo,
con la mayor humildad del mundo, aunque estoy seguro de que la mayoría
de vosotros lo sabéis ya: Tened mucho cuidado de con quién hablais de
estas cosas, porque aunque no hayas hecho nada malo a nadie, siempre
hay gente dispuesta a fastidiarte.
Y por supuesto, ¡los vídeos se quedan donde están! Porque, desde
luego, no seré yo quien sugiera quitarlos de youtube.
Deberíamos estar muy orgullosos por haber conseguido un ambiente tan
maravilloso como el que conseguimos en Hogwarts. Recibid un fuerte
saludo de vuestro compañero,
Will Spilzmer
Gryffindor
Desde aquí, quiero agradecer de todo corazón a la gente que, de una forma u otra, mostró su apoyo. GRACIAS.
Reanudo mis actividades blogeras con un texto que escribí en el grupo de correo del vivo de Hogwarts: Los años oscuros. No está muy bien redactado para mi gusto, porque cuando lo escribí estaba bastante crispado, pero creo que encierra un sentimiento que a la mayoría no os será ajeno. Espero que os guste.
¡Hola a todos!
Quería comentaros un pequeño incidente que me ha sucedido a raíz de
los vídeos que se colgaron en youtube.
Vereis, yo vivo junto con un chico de Raven (Henry Waters) en un
colegio mayor. Estamos 207 personas, y como ya se sabe que hay gente
muy malintencionada por ahí, al regresar de Hogwarts procuramos no
mencionar mucho el hecho de que habíamos participado en el rev.
Pero, por desgracia, alguien, no se sabe muy bien cómo, encontró los
vídeos y la noticia ha corrido por todo el colegio mayor como la
pólvora. Todo el mundo ha visto ya los videos, y las reacciones no se
han hecho esperar: No es que nos miren mal ni nos digan nada, pero a
poco que uno esté al corriente, ya sabe que todo el mundo (excepto
unos pocos y leales amigos) está murmurando a su espalda. "Mira las
cosas que hace tu amigo", le han llegado a decir a un compañero mío.
Supongo que para la mayoría de los que participamos esto no es nada
nuevo (no hay más que recordar cómo la gente del pueblo nos miraba y
nos sacaba fotos), pero, ¿por qué tenemos que ser siempre los raros?
¿Por qué se nos llama "frikis" despectivamente, o se insinúa que
tenemos problemas mentales? ¿Tanto ofendemos a la gente intentando
divertirnos mediante la interpretación y la ambientación?
Un tipo puede ir a un estadio de futbol con la cara pintada, con la
misma camiseta que las otras 2.000 personas de su equipo, se caga en
los muertos del árbitro y de toda la plantilla del equipo contrario,
grita como un poseso porque una persona meta o no una pelota en una
portería, y no pasa nada. Miles y miles de chavales de 15 años o menos
se pueden ir de botellón, o pueden tener conversaciones tan
trascendentales como operación triunfo o gran hermano, y es lo normal.
Lo que todo el mundo hace. Osea, lo correcto.
Si la gente es libre de hacer lo que quiera, ¿por qué no podemos serlo
nosotros y exigir el legítimo RESPETO que merecemos? No, la gente no
ve todo el trabajo que un rol en vivo implica: Preparación, tramas,
PNJs, atrezzo, interpretación... sólo ve un puñado de desequilibrados
haciendo algún tipo de ritual satánico. Y da igual que se lo
expliques, la gente ve lo que quiere ver, te etiquetan, y pasas a ser
un bicho raro.
Bueno, amigos. No pretendo deprimiros en absoluto con este mensaje,
simplemente necesitaba desahogarme. Permitidme ofreceros un consejo,
con la mayor humildad del mundo, aunque estoy seguro de que la mayoría
de vosotros lo sabéis ya: Tened mucho cuidado de con quién hablais de
estas cosas, porque aunque no hayas hecho nada malo a nadie, siempre
hay gente dispuesta a fastidiarte.
Y por supuesto, ¡los vídeos se quedan donde están! Porque, desde
luego, no seré yo quien sugiera quitarlos de youtube.
Deberíamos estar muy orgullosos por haber conseguido un ambiente tan
maravilloso como el que conseguimos en Hogwarts. Recibid un fuerte
saludo de vuestro compañero,
Will Spilzmer
Gryffindor
Desde aquí, quiero agradecer de todo corazón a la gente que, de una forma u otra, mostró su apoyo. GRACIAS.
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