domingo, 17 de junio de 2007

Adiós

Bueno, pues ya está. Aprobado el todopoderoso magnetismo, se terminó. Se terminó la universidad en Pamplona, exceptuando el proyecto, se terminó el colegio mayor, y se terminó Pamplona.

Me resulta dificil de creer, de aceptar.

Aún recuerdo cuando iba al colegio, y pasaba al lado del que ha sido mi colegio mayor. Miraba a la gente que veía en la cafetería con una mezcla de admiración, envidia, intriga... los universitarios. Ese mundo desconocido y extraño.

Y cuatro años de universidad después, dos de ellos en dicho colegio mayor, ya he terminado. Todavía no me puedo creer que ya nada vaya a volver a ser como antes. Es como si mañana me fuese a levantar en mi angosta habitación, la 107, fuese a desayunar la bollería de siempre, y a estudiar en mi asiento de la sala de estudio. Pero no es así.

Llegué a Pamplona siendo un crío. Y me voy siéndolo todavía... aunque un poco menos. Han sido tres años que me han enseñado muchas cosas, muchas de las cuales no tienen nada que ver con la ingeniería. Afortunadamente. Tres años fugaces pero muy intensos.

Ha sido genial volver a esa ciudad. He tenido la inmensa fortuna de reencontrarme con viejas amistades, así como de hacer otras nuevas. Ha habido momentos francamente malos, momentos buenos, sangre, sudor y lágrimas, a veces de tristeza, otras de alegría.

Pero no me arrepiento de nada de lo que en este tiempo he vivido.

Las últimas horas han sido muy tristes. Mientras recogía y empaquetaba todo (escuchando la banda sonora de "El Rey Arturo", muy apropiada para mi estado de ánimo), me ha invadido una extraña sensación, a medida que mi habitación dejaba de serlo. Es inevitable querer que las cosas sigan como están, si estás contento con ellas, y no tener que dejar de ver a la gente a la que tanto aprecias.

Y más inevitable es que en la vida hay que seguir hacia adelante. Ahora me toca dar, por fin, el paso que en su momento no me atreví a dar. Y, sí, me asusta. No es facil dejar la seguridad que ahí tenía, no es facil afrontar lo nuevo, lo desconocido. Pero es el momento de hacerlo. Ahora o nunca.

Voy a echar mucho, muchísimo de menos a toda la gente que ha estado ahí. Gente con la que tanto he compartido: Charlas, risas, inquietudes, cervezas, camaradería, partidas, amistad. Y tantas otras muchas cosas. Afortunadamente sé que ésta es la verdadera amistad, que, por mucho que la distancia complique las cosas, pervive siempre.

Gracias a todos. Vosotros sabeis quiénes sois.

"Cuando llega una orden de cambio, el guerrero se despide de todos los amigos que formó durante el transcurso de su camino. A algunos les enseñó cómo escuchar las campanas de un templo sumergido, a otros les contó historias alrededor de la hoguera.

Su corazón se entristece, pero él sabe que su espada está consagrada y debe obedecer las órdenes de aquel a quien ofreció su lucha.

Entonces el guerrero de la luz agradece a los compañeros de jornada, respira hondo y sigue adelante, cargado con recuerdos de una jornada inolvidable."

-
Paulo Coelho, Manual del guerrero de la luz.

Namarië, chicos. Hasta siempre, y gracias por todo.

2 comentarios:

Miss Needles dijo...

Todo empieza y todo acaba.
La vida es una gran estancia donde hay varias habitaciones, puedes pasar frente a la puerta de alguna y mirar, ni siquiera imaginar que algún dia entrarás en esa, pero lo haces, al principio, como ocurre con todo lo nuevo sientes inquietud, mas tarde te asientas y cuando te habias hecho a esa habitación sin acordarte ya de los nervios del primer dia, resulta que la tienes que dejar, para dar paso a la siguiente. Nunca olvides lo que alli aprendistes, pues quizás en las siguientes lo necesites...
Muchas de las personas que un dia conocistes seguirán acompañandote en las siguientes, otras quedarán en aquella habitación.
Todo esta en constante cambio, aunque nosotros mismos no lo notemos muchas veces. Como alguien me dijo una vez "Todo fluye".
No dejes que los años borren de tu memoria aquello que vistes, aprendistes y conocistes en dichas habitaciones, pues te harán mas sabio.

Besitos

Elendil dijo...

Nada más que añadir.

Tienes toda la razón del mundo. Gracias :)