El despertador suena, pero, por algún capricho de mi reloj biológico, llevo ya unos minutos despierto. Las sábanas de repente son muy pesadas, y mis piernas no quieren sostenerme. Un pantalón, una camiseta. Me aparto el pelo mientras me observo, legañoso, en el espejo.
El azúcar camufla el desagradable sabor del café. Mientras bebo, ruego porque la cafeína me despierte. Cinco minutos para mirar la portada del periódico. Nada interesante. O quizá es que ya no hay nada que me sorprenda.
La música a través de mis auriculares me inunda los oídos mientras saludo a la ciudad que comienza a despertar. Echo a andar. Las mismas calles, las mismas tiendas, las mismas casas. Me cruzo con decenas de personas distintas; estudiantes, ejecutivos, albañiles. A veces me pregunto por las historias que encerrarán sus vidas, llenas de miedos, deseos, ilusiones. Como la de cualquier otro. Como la mía.
Los anuncios me sonríen mientras intentan engañarme prometiéndome la felicidad: Un político, una modelo, un coche.
El aulario por fin aparece ante mí: Una masa gris, estática, desafiante. Los coches aparcan, la gente camina. Las puertas se abren solas a mi paso. Entro como cada día, para ser recibido por el eco de los pasos y las conversaciones de la gente.
Hay prácticas. Me siento frente al ordenador con mis compañeros. ¿Qué problema tenemos hoy? El programa se cuelga, no se oye el sonido, no me sale esta función. Cambia esta línea de aquí, métele más ganancia al sonido allá, prueba con este comando. Los minutos pasan frente al monitor mientras, poco a poco, vamos arreglando errores. A veces, hasta conseguimos hacer aquello que nos habíamos propuesto.
Clase. El profesor llena pizarras y pizarras con extraños símbolos que, pese a que aún no soy capaz de creer, explican con precisión cómo funciona la mismísima naturaleza, y gracias a lo cual, algo tan milagroso como hablar con alguien a distancia es posible. El tiempo pasa despacio, y los últimos veinte minutos no paro de mirar al reloj.
Al acabar, mi cabeza no puede más. La caricia de la brisa en el rostro es especialmente agradable. Al subir al autobús, veo un grupo de chavales que se hablan a voz en grito.
Como tranquilamente con mis amigos, charlamos de cualquier cosa. Después, me concedo una pequeña tregua para descansar. Y vuelvo a la carga, intentando descifrar el secreto que me permita desentrañar los misterios que permiten eso que llaman “telecomunicación”. La tarde transcurre entre folios en blanco que se llenan de fórmulas y ejercicios. A veces miro por la ventana, y siento envidia del cielo azul.
Y cuando el cansancio vuelve a llamar a mi puerta, ya casi es hora de cenar. Quizá me quede hablando con alguien, quizá repase algo, quizá me pierda con el ordenador. Una ducha, y a dormir.
Tumbado en la cama, con la luz baja, miro al techo, absorto. Y descubro algo: Otro día ha pasado, y yo sin darme cuenta.
Vaya, hombre.
I’m not afraid to die. I’m afraid to be alive without being aware of it. (Epica, Sensorium).
7 comentarios:
Es curioso, algo que me planteo mucho últimamente. Eso que dices sobre que pasa un dia y no te das cuenta...si, ya lo dijo cierto personaje " la vida es eso que pasa mientras estas ocupado haciendo otras cosas", o algo similar, pero es cierto, asi es, nos preocupamos demasiado por el mañana, ignorando el hoy, y cuando nos damos cuenta el tiempo ha pasado demasiado deprisa. Vivimos esperando, y no nos damos cuenta de que el reloj sigue su curso...
en fin a ver si me lo aplico XDDD.
Yo lo resumo en: La vida es una mierda, ergo... vótame.
Si entras en www.pampling.com (lo malo es que has de registrarte)y entras en votar, y luego pones en buscar "patata" te apareceré mi ilustración "soy una patata c-asada", no espero menos que 10 puntos por tu parte... Y que conste que no estoy coaccionando, solo más o menos obligando.
A ver...Susana, que estas haciendo, eres lo peoorrrrr!!!XDDD
yo ya le habia pasado la pagina!XDD
Por partes...
Tata, lo primero es darse cuenta. Ya es bastante que digas "a ver si me lo aplico". Lo difícil es precisamente aplicarlo, pero al menos el primer paso ya está dado ;)
Susana: Tu interesante reflexión vital (junto con tu velada publicidad subliminal) me harán considerar el votarte, jajaja. Pero es verdad, agradécele a Celebrian el haber hecho el trabajo de promocionarte por ti! :)
La vida es una especie de edificio en construcción que vas añadiendo vigas, ventanas y decoros, el problema esta en que si solo aspiras, solo esperas una meta y no disfrutas el proceso y los detalles tontos, ¿cuando vas a ser feliz?
Yo también me pregunta por las personas que veo en la calle, hay algo que me inspira a aprender de todo lo que veo, y ya que no las voy a poder conocer me da por imaginar, su camino, ese cumulo de circustancias que le han llevado a ser lo que es y estar donde esta para que yo le contemple... :)
En fin la vida es dura, pero al igual que el lunes si no existiese no disfrutariamos tanto del viernes :) o algo ;)
Diox no puedo con la gente positiva , son lo peor, me crispan los nervios XDDD...
Pues a mí no vas a poder aguantarme, tata... xDD
Muy bueno lo que dices, Adri... lástima que a veces cueste taaaanto darse cuenta.
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